La Empresa Familiar
Las empresas familiares son las principales empleadoras y generadoras de riqueza en el mundo
Las empresas familiares son empleadoras de millones de personas en todo el mundo, generadoras de importantes ingresos fiscales y sostén de muchas comunidades. Según el Family Firm Institute, a nivel mundial las empresas familiares representan entre el 70% y el 95% del número de empresas registradas, creando en promedio el 65% de los puestos de trabajo. Por otra parte, se estima que históricamente han generado entre el 70% y 90% del PIB global.
¿Cuándo una empresa es considerada Empresa Familiar?
De acuerdo con las dos principales instituciones internacionales que agrupan y representan a las empresas familiares: European Family Business (EFB) y el Board del Family Business Network (FBN), una empresa es considerada una Empresa Familiar si posee las siguientes características:
La mayoría de los votos son propiedad de las personas que fundaron la compañía; de quienes tienen o han adquirido el capital social de la empresa; o de sus esposas, padres, hijo(s) o herederos directos de ellos.
Al menos un representante de la familia o pariente participa en la gestión o gobierno de la compañía.
La persona que fundó o adquirió la compañía (su capital social), o sus familiares o descendientes poseen el 25% de los derechos de voto a los que da derecho el capital social.
Pero su principal característica radica en la influencia directa que ejerce la familia en su gobierno y gestión.
¿Cómo es la organización de estas empresas?
La administración de una empresa familiar puede ser muy compleja. Además de los problemas tradicionales que enfrentan las empresas, estas enfrentan las dificultades provenientes de la administración familiar. Los resultados del manejo de la empresa serán un reflejo de la filosofía y cultura de la familia y sus líderes.
También varían en tamaño que van desde muy pequeñas hasta grandes empresas multinacionales. Algunas familias actúan como accionistas-administradores, un modelo que es más común en empresas pequeñas, mientras que otras se involucran solo en la dirección. Algunos miembros de la familia se sientan en la junta directiva de la empresa y fijan su opinión sobre gestión, dirección y estrategia. Otros funcionan como accionistas pasivos, delegando la dirección y administración en profesionales.
La mayoría de las empresas familiares surgen y crecen en manos de sus fundadores quienes, tras su retiro, tienen el deseo de dejar un legado. Pero cada familia es única en estructura, capacidades, valores y expectativas. Mientras el fundador de la empresa está activo, normalmente ejerce un liderazgo sin cuestionamiento de los otros miembros de la familia. Otros miembros pueden traer nuevas ideas, pero el fundador tendrá la última palabra.
Hablemos de la planificación a largo plazo
Los problemas y conflictos empiezan cuando el fundador se retira o muere sin que exista un plan de sucesión y liderazgo para suplantarlo. Es importante que la familia reconozca que tras la ausencia del líder fundador el modelo de administración y gerencia se debe revisar.
Una familia sin un plan y reglas claras puede tener dificultades para ponerse de acuerdo sobre las decisiones de liderazgo, sucesión y otros temas complejos que con toda seguridad tendrán un impacto desfavorable sobre la empresa.
Hay familias cuyos miembros tienen interés en continuar con el negocio y otros que no, y algunos de los que están interesados en continuar no están preparados para hacerlo, bien sea por edad, experiencia, formación académica o coeficiente intelectual.
Es esencial que este plan se construya y empiece a ponerse en marcha mientras el fundador está presente y activo. Esta es la manera más sencilla de evitar el caos.
Las familias, mientras existe un liderazgo claro y legítimo, tienden a no preocuparse por establecer un plan y un gobierno que regule la participación de los miembros de la familia en la Empresa Familiar. Pero sin normas previamente acordadas, las familias suelen improvisar cuando surgen conflictos entre sus miembros. Estos problemas pueden destruir las relaciones entre ellos, trayendo como consecuencia el fin de la compañía familiar.
Dada la variedad de estructuras de propiedad y de necesidades, es importante que cada familia construya un plan y un modelo de gobierno que se adapte a sus características. Por lo tanto, no es recomendable que adopten un plan o un gobierno generalizado, sino que se tomen su tiempo en construir uno propio.
Y… ¿cómo se construye este plan?
El primer paso para el desarrollo de un plan es la definición de un objetivo familiar por consenso: ¿qué queremos hacer de nuestra empresa? Aunque parece una pregunta sencilla, en realidad puede originar grandes discusiones y hacer aflorar distintas visiones de los miembros de la familia, dificultando su determinación. Algunos miembros querrán vender y fin de la historia, pero otros querrán seguir adelante.
Para los que deseen seguir adelante, es muy recomendable que consideren estos elementos en la construcción de su plan familiar:
Valores y aspiraciones de la familia y sus individuos
Rol de la familia en la dirección u operación de la empresa
Planificación de la sucesión y del cambio generacional.
Desarrollo de talento
Manejo del talento familiar y externo
Manejo y resolución de conflictos
Estructura y reglas sobre la propiedad
El gobierno familiar
El gobierno familiar es un conjunto de principios y normas que rigen las decisiones de la familia y que a su vez afectan a la Empresa.
Aun cuando exista un plan de largo plazo, la empresa familiar puede convertirse en una fuente permanente de conflictos originados en la diversidad de visiones sobre el negocio, diferencias generacionales, reinversión o distribución de los excedentes de caja, trato injusto entre los miembros de la familia, entre muchos otros. Para disminuir los potenciales conflictos o para manejarlos adecuadamente cuando surjan, es recomendable desarrollar una estructura de gobierno familiar. Mientras más grande sea la empresa y la cantidad de miembros en la familia mayor será la probabilidad de conflicto y por lo tanto más estructurado deberá ser el gobierno familiar.
En general un buen gobierno familiar debe contener estos tres elementos:
A los efectos de la toma de decisiones sobre la empresa, el Acuerdo Familiar en primer lugar requiere que se definan quienes son considerados miembros de la familia. Por ejemplo ¿los cónyuges tienen derecho a voto? Igualmente, contempla normas relativas a los procedimientos para vender o comprar las acciones de la empresa, y sobre las condiciones y características que debe cumplir un miembro para postularse o ser postulado a un cargo de relevancia.
El proceso de toma de decisiones en la familia debe suceder de forma legítima para todos los miembros que la conforman. Por ello, es importante que exista un liderazgo aceptado y respetado, además de uno o más órganos de gobierno que permitan la toma de decisiones relevantes para la empresa y para la resolución de conflictos familiares que la puedan afectar.
Igualmente, es importante el desarrollo de un código de conducta familiar que contemple aspectos relativos a cómo y dónde se ventilan y resuelven los conflictos familiares, cómo se comunican y tratan los miembros de la familia, y las normas sobre las manifestaciones de riqueza de sus miembros.
En Venezuela, muy pocas familias han desarrollado un plan de largo plazo para asegurar la continuidad de sus empresas
Durante el siglo XX, Venezuela vivió un importante proceso de crecimiento y modernización que permitió fortalecer el rol del sector privado en la economía nacional. Aparecieron numerosas empresas en el sector financiero, industrial, servicios y comercio. La gran mayoría de ellas eran empresas familiares que contribuyeron a la industrialización y modernización del país.
Si bien es cierto que el entorno político, económico y social no ha sido fácil de gerenciar, hay clara evidencia de que en algunas ocasiones el declive o desaparición de algunos empresas o grupos económicos se ha debido a la inexistencia de un plan y de una estructura de gobierno familiar.